El principio del fin?

Dentro de un tiempo se recordará que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner comenzó su derrotero político, no al enfrentarse con el sector agrario a pocos meses de asumir, ni tampoco cuando el matrimonio Kirchner se peleó con Doña Ernestina (con quien habían hecho buenas migas), y ni siquiera al haber perdido las elecciones legislativas del 2009, a pesar de las predicciones apocalípticas de la “Dagor” a la que el agua no le llega al tanque, sino cuando el kirchnerismo, en su afán patoteril, se enfrentó a la Justicia.
Todos sabemos que la runfla de jueces “garantistas” (Argibay, Zaffaroni y Cía.) fueron puestos casi a dedo por el kirchnerismo, atendiendo a sus requerimientos "humanistas", y descartando que estos jueces se atreverían a juzgar ni siquiera un mísero piquetero.
Pero a dos años de terminar su mandato presidencial, las cosas con la justicia no están del todo bien para la Sra. Fernández. Su tocayo (Aníbal “pelotazo en contra” Fernández) desconoció una resolución judicial por el tema del conflicto en las elecciones del gremio de los aeronavegantes, y esto hizo enojar a la canosa magistrada y la llevó a decir “Si suprimimos la justicia volvemos a la ley de la selva, cada cual hace justicia por mano propia", Mano propia a la que deben apelar a diario, aquellos ciudadanos que no gozan de los derechos humanos de los “privilegiados” delincuentes, precisamente por falta de justicia y deben responder a sus asaltos, con lo que tienen a mano, bajo riesgo de perder su propia vida.
Como si esto fuera poco, hace un tiempo, la corte ordenó reponer en su cargo al procurador general de la provincia de Santa Cruz, Eduardo Sosa, echado hace 14 años por una decisión caprichosa del patrón “Don Néstor” y hasta ahora ni noticias. Aunque la canosa garantista a pesar de no haberse respetado la decisión judicial, le otorga el beneficio de la duda al actual gobernador santacruceño Daniel Peralta, porque “está tratando de hacer lo posible”.
Parece que a estos jueces no les gusta mucho que desde el poder les metan el dedito en los anales del derecho.
Será justicia? Ya veremos…

(Foto: Diario Clarín)